El precio de una acción se determina en el mercado de valores, a través de la interacción entre oferta y demanda:
📈 Cuando la demanda supera a la oferta, el precio sube.
📉 Cuando la oferta supera a la demanda, el precio baja.
Además de esta dinámica, influyen factores como:
Los resultados financieros de la empresa.
Las expectativas sobre su sector.
El contexto macroeconómico.
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Por eso, las acciones se consideran instrumentos de renta variable: su rendimiento no está garantizado y puede fluctuar, pero ofrecen potencial de mayores rendimientos a mediano y largo plazo en comparación con la renta fija.